¿Es la manipulación de las masas un tema actual?
Sin duda este tema es actual hoy. Pero, lo será mucho más mañana.
Este pequeño artículo no pretende ser un estudio exhaustivo que agote todas las consideraciones sobre el tema. Pretende ser un aperitivo, para despertar la atención y meditación sobre un asunto de suma importancia.
La forma como pensamos es la forma como actuamos. Aquello que creemos que es lo mejor para nosotros, es lo que practicamos.
Dios dio al ser humano lo que se conoce como el «libre albedrío». Ese es el don más valioso del hombre. El dominio de ese don por parte de satanás también es su mayor meta.
En el libro de Génesis de la Biblia, vemos que Dios puso un árbol en el centro del jardín y le dijo al hombre que no comiera, aunque sabía de antemano que el ser humano lo haría. Mucha gente pregunta entonces: si Dios sabía que el hombre desobedecería, ¿por qué puso ahí ese árbol?
La respuesta es sencilla: porque Dios creó al ser humano con capacidad de pensar, discernir y tomar decisiones. En otras palabras, le dio libre albedrío.
¿Por qué es tan importante esto para satanás?
Porque no puede hacer nada sin que Dios o el hombre se lo permitan. Por eso tiene que recurrir al engaño, con el fin de inducir al ser humano a infringir la ley de Dios, cosa que la Biblia define como pecado. El enemigo del hombre sabe que el pecado lleva a la destrucción de una persona. Por ello, la tiene que inducir al pecado, o desobediencia de la Palabra de Dios.
Manipular nuestra forma de pensar es, por lo tanto, clave a la hora de inducir nuestro comportamiento.
Los medios de comunicación de masas juegan un papel muy importante a la hora de inducir a las personas a actuar de determinadas formas. Veamos algunas prácticas de los medios para influenciar en nuestra forma de pensar.
A menudo vemos en las noticias la presencia de reporteros en «la escena del crimen» o «en el local de los hechos». Eso da un aura de importancia a la noticia y subraya el mensaje que se quiere transmitir. Es común, por ejemplo, que una cadena de televisión esté constantemente enfatizando los peligros de la meteorología. Cuando hace calor, debemos estar en alerta «naranja» por calor y por los peligros que ello conlleva. Si hace frío, porque lo hace, como es natural en cada estación del año.
A seguir, entrevistan a varias personas de distintas provincias, que dan su opinión sobre el calor o frío. La pregunta es: ¿por qué tenemos que sentirnos en alerta naranja (que se supone que precede a la roja), porque hace calor en verano y frío en invierno?
¿Qué se supone que debemos hacer cuando estamos en alerta naranja, azul o verde? ¿Podremos con ello alterar el tiempo?
¿Qué más nos da lo que piensen un puñado de cinco o diez personas sobre el frío o el calor que hace? Cada persona tiene sus preferencias y por lo tanto, su apreciación es subjetiva. ¿Eso es noticia? ¿O se está perdiendo el tiempo y distrayendo de lo que en realidad está ocurriendo?
A veces se ve a los reporteros en donde ha ocurrido una pelea. La cámara enfoca la mancha de sangre que quedó en el suelo y el reportero pregunta a varias personas qué les parece el evento. La idea que se pasa a la audiencia es: aquí ha habido mucha violencia, pero está bajo control.
Otra manipulación consiste en hablar mucho de un tema de importancia local o privada, en detrimento de una noticia de interés nacional. Por ejemplo, aunque el que se haya empotrado un camión en una casa de un pueblo, es una tragedia para la familia afectada, en términos de noticia de interés nacional, no debería ni siquiera ser mencionada, puesto existen problemas mucho más importantes para un país.
El mundo está al borde de la tercera guerra mundial, aunque no se habla de ello. Los grandes bancos y especuladores globales han inflado una burbuja mucho más grave que la inmobiliaria. Es la burbuja de los derivados. Ningún noticiero lo cuenta.
Los gobiernos toman decisiones contrarias a los intereses ciudadanos y a favor de las grandes multinacionales y bancos y no se habla de ello, porque hay que hablar de qué piensa del tiempo esa señora que vive en un pueblo de no se sabe dónde y del camión que invadió una casa en no se sabe qué casa.
Otra forma de manipular es el dar datos que no son cuantificables o interpretables. Por ejemplo: «la deuda del estado en materia de implementos agrícolas ha subido en 67 millones». La pregunta es: ¿eso cuánto por ciento representa sobre la deuda anterior? Si es un 0,2%, no ha subido demasiado, si es un 67% es muy preocupante.
También se manipula por medio de la omisión. ¿Alguien ha visto alguna vez que una cadena a nivel nacional de una noticia negativa sobre el daño que produce la Coca Cola en el cuerpo humano o el peligro que representan los fármacos para la vida?
¿Alguien ha visto alguna mala noticia sobre Monsanto o Nike? Me refiero a destapar realmente algún escándalo. Y todos sabemos que esos escándalos existen. Lo que pasa es que los grandes medios de comunicación de masas dependen de la publicidad de esas multinacionales y nunca hablarán contra sus clientes. Es decir, la «verdad» informativa la fabrican las multinacionales. Yo he trabajado en un medio de comunicación y lo he comprobado.
Podría dar muchos más ejemplos, pero lo que quiero enfatizar con este artículo es que debemos pensar, analizar, contrastar y no tragarnos todo lo que nos dicen sin cuestionarlo.
Las consecuencias de creer lo que nos dicen sin hacer esto pueden ser nefastas.
Hace dos mil años, el gran apóstol Pablo, con una formación impecable en materia de las Escrituras visitó una pequeña aldea. Les contó las buenas nuevas de que Dios tenía la mano extendida para perdonar los pecados de los que se arrepintieran. Los aldeanos, aunque se alegraron por las magníficas nuevas y aun sabiendo la estatura de Pablo como maestro de la Palabra, fueron a cotejar en las Escrituras lo que oían para ver si era verdad lo que les decían.
Eso deberíamos hacer nosotros con los mensajes que nos llegan. Máxime cuando el emisor es mal intencionado, como es el caso del Nuevo Orden Mundial, que controla los medios de comunicación masivos.
Una idea errónea nos conduce a decisiones erróneas. Las decisiones erróneas pueden destruir nuestras vidas.
«y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» (Juan 8:32) Aunque este versículo se refiere a conocer a Cristo, podemos sacar una lección amplificada de esa afirmación: la verdad nos hace libres. Por lo tanto, la mentira nos hace prisioneros. Busca la verdad y tendrás la libertad para tomar decisiones acertadas.
Veamos ahora el versículo al completo: «Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» (Juan 8:31-32)
La Biblia nos da una perspectiva inigualable para saber discernir el contexto que nos rodea. Léela, haz de ella tu fundamento y verás el mundo de forma totalmente distinta.