Dos cosmovisiones
En el pensamiento humano hay dos cosmovisiones cuando hablamos del origen de todas las cosas. Una de ellas es el evolucionismo y otro el creacionismo.
En este vídeo abordaremos el asunto desde un enfoque que, casi con toda seguridad, nunca has considerado.
En esencia, el evolucionismo defiende la idea de que todo lo que existe surgió de la nada a partir del caos de una explosión, permitiendo así que sobrevivieran los que mejor supieron evolucionar.
El creacionismo se basa en el primer versículo de la Biblia que dice que “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Es decir, según esa cosmovisión, un Creador, ajeno al planeta Tierra, creó todo con un propósito y, perfecto desde el principio, por lo que, nada ha evolucionado. Aunque los seres tienen la capacidad de adaptarse a su medio, ninguna especie ha evolucionado hacia una nueva.
¿Ciencia o fe?
Si bien los defensores del evolucionismo tratan de darle una apariencia de ciencia a su cosmovisión, la verdad es que ambas son una cuestión de fe.
Para establecer una ley científica, hay que poder experimentar y contrastar resultados, hasta llegar a la certeza de que lo que se afirma es correcto y no puede ser refutado.
A día de hoy no se puede volver al origen y experimentar científicamente a fin de demostrar cómo se originó todo lo que existe.
Es decir, ambas cosmovisiones son una cuestión de FE. Depende de lo que elige creer la persona que adopta una u otra.
¿Si no eres evolucionista, eres religioso?
Cuando se le argumenta a un evolucionista, pidiéndole que nos dé evidencias concretas de su fe, salta con que somos “negacionistas de la ciencia” o religiosos.
A medida que crece la imposición del pensamiento único del gobierno del anticristo que se está configurando rápidamente, aumenta también el uso de este recurso rastrero y pobre, que se conoce como “ad hominem”.
Eso se traduce en que, siempre que alguien argumenta demostrando que una ideología del pensamiento único es errónea, el que defiende esa ideología, al no tener argumentos, pasa a intentar descalificar a la otra persona, a fin de tratar de restarle credibilidad.
De hecho, mucha gente se siente muy incómoda ante alguien que no se somete al pensamiento único y por eso ataca a esa persona con ferocidad y sin justificación o argumentos.
Eso es una respuesta psicológica, que podemos observar, por ejemplo, en un animal que es maltratado por su dueño. Al no poder morder al dueño, lo que hace el animal es atacar a cualquiera de sus congéneres que se salte las normas, atrayendo la atención del dueño y con ello, más castigo.
Es la típica mentalidad de esclavo, que prefiere seguir sufriendo todo tipo de abuso e injusticia, porque tiene miedo de intentar conseguir la libertad.
Volviendo al evolucionismo, toda persona que pone en evidencia las lagunas de esa teoría, pasa a ser tildado de “religioso”, aunque no crea en un Creador. Pero eso no quiere decir que no sean capaces de ver que esa teoría no tiene sentido ni fundamento alguno.
Para el adepto del evolucionismo, si no crees en la teoría de la evolución, debes de ser un chiflado que cree en Dios, el Creador.
Jamás se le ocurre a un evolucionista considerar que, aparte de creer o no en un Creador, puede que seas una de esas personas que PIENSAN y sacan conclusiones. Puede que seas una de esas personas que no se conforman con cualquier adoctrinamiento que le esgrimen y prefieren ahondar en los detalles para comprobar la veracidad de lo que le dicen.
¿Se puede demostrar esas cosmovisiones?
Tal como se ha dicho, creer en la evolución de las especies o en que existe un Creador que hizo todo con un propósito, son cuestión de fe, porque no podemos volver a la nada y experimentar científicamente. Pero sí hay forma de, comprobar científicamente cuál de las dos cosmovisiones tiene fundamento.
No vamos a entrar en este vídeo en la abundante argumentación sobre ambas creencias, pero apuntemos al meollo, como siempre.
Uno de los grandes problemas del evolucionismo es la falta de los “eslabones perdidos”. Es decir, de evidencia científica comprobable que existe una evolución de una especie hacia otra, habiendo dejado de existir la primera, a medida en que, supuestamente, evolucionó hacia la segunda.
Por ejemplo, cuando dicen que los dinosaurios crearon alas y evolucionaron hacia pájaros, no lo pueden demostrar, porque no existen esos eslabones intermedios que muestran la tal evolución.
Además, no son capaces de explicar cómo unos dinosaurios tuvieron la idea de que necesitaban alas, que se supone que no existían y, lo más asombroso, que fueran capaces de producirlas, sobreviviendo solamente los individuos que fueron capaces de desarrollar dichas alas.
Hablando de alas, ¿qué ser humano no soñó con volar? ¿Conoces a alguno que haya sido capaz de desarrollar alas y hacerlo?
Ahora un ejemplo Bíblico: Los estudiosos ubican a Job en la época en la que vivió Abraham, es decir, allá por el año 2000 antes de Cristo. Hablando de Dios, Job describe el proceso de la lluvia.
“Dios es grande, y nosotros no le conocemos, ni se puede seguir la huella de sus años. Él atrae las gotas de las aguas, al transformarse el vapor en lluvia, la cual destilan las nubes, goteando en abundancia sobre los hombres.” (Job 36:26-28)
Esta es la descripción exacta que se da por medios científicos. Hay fuentes variadas sobre cómo se descubrió científicamente el ciclo hidrológico. La referencia más temprana es la que dice que Tales, de Mileto, en el siglo 6 a.C. empezó a observar el ciclo de la lluvia. Luego se habla de Bernard Palissy, alfarero y naturalista francés del siglo 16, descubrió el ciclo del agua a través de sus experimentos en cerámica y del científico inglés John Dalton a principios del siglo 19.
Como vemos, Job, 2000 años antes de Cristo ya explicaba cómo funcionaba el ciclo hidrológico.
En resumidas cuentas, la veracidad o no de ambas cosmovisiones se pueden comprobar científicamente. En el primer caso, no hay evidencia científica alguna de que los dinosaurios hayan evolucionado hacia la especie de los pájaros, mientras que en el segundo ejemplo, la Biblia ya describió el ciclo hidrológico hace más de 4000 años, cuando los científicos lo descubrieron, como muy temprano, en el siglo 16, hace 5 siglos.
Ideas fundamentales
Veamos ahora el meollo de cada una de las cosmovisiones en términos de las ideas que implantan en aquellos que las creen.
Evolucionismo
Según la creencia evolucionista, todo surgió de repente, desde la nada y evolucionó, no se sabe cómo, ni por medio de qué recursos, haciendo prevalecer solamente a los más aptos. Analicemos estas ideas por encima.
- Si todo surgió al azar, no existe nadie a quien prestar cuentas de nuestros actos.
- El no tener que prestar cuentas nos lleva a la indiferencia hacia el prójimo a la consecuencia de lo que hacemos. No tenemos que asumir responsabilidades.
- Si cada uno hace lo que bien le parece, sin afrontar responsabilidades, la convivencia es un caos, puesto que cada persona tiene unos objetivos, preferencias, formas de ver las cosas, niveles de satisfacción, distintos.
- Si, según esa creencia, sobrevive el más apto, se debe dejar por el camino a todo el que no es “apto”. La pregunta es ¿quién define lo que es ser apto y quién determina cómo se eliminan a los no aptos? Esto da un poder “divino” a algunos sobre la mayoría.
- El no tener un origen ni un futuro cuando salimos de esta vida, nos quita todo el sentido del propósito de existencia. Sin propósito para vivir, la ruta habitual es la depresión. La depresión siempre lleva a la muerte, bien sea física por el suicidio, o psicológica.
Creacionismo
Esa creencia dice que existe un Creador que es superior y que no depende del ser humano, el cual creó todas las cosas con un propósito siendo Él el origen de todo y el final, puesto que ha creado al ser humano con una continuidad cuando sale de la vida terrestre. Analicemos estas ideas por encima.
- Si todo ha sido creado por un Ser que no depende del ser humano, Él es el que dicta las leyes de funcionamiento de Su Creación y por lo tanto, debemos responder ante Él por lo que hagamos.
- Si el Creador no es humano, tiene la libertad de ser totalmente imparcial y, por lo tanto, justo.
- Si el Creador ha creado todo ya apto para su entorno, eso nos muestra que tiene una voluntad propia y que todo lo hizo con propósito.
- Si todo lo creó el Creador, debemos prestarle cuentas de lo que hacemos con nuestras vidas y cómo procedemos con los demás y con el planeta, que fue creado como casa para el ser humano.
- La Ley del Creador nos dice que tenemos el DEBER de amar a los demás y que nos responsabiliza por ello, teniendo en cuenta el fruto de lo que hagamos. Eso nos hace RESPONSABLES de las decisiones que tomamos.
- Eso también nos da un propósito de vida porque nos creó diferentes entre nosotros y nos dio habilidades, dones y talentos para poder ser útiles a nuestro entorno. Tener un propósito nos hace sentir ganas de vivir intensamente.
La responsabilidad, el amor y la vida con un propósito fomentan una sociedad sana psicológica y emocionalmente y eso lleva al orden en la convivencia y la felicidad colectiva.
Frutos de ambas creencias
Si no sabemos de dónde venimos, qué propósito tiene nuestra existencia y hacia dónde vamos, acabamos deprimidos y no le damos ningún valor a nuestra propia vida y a la de los demás.
Si sabemos de dónde venimos, sabemos que hemos sido creados únicos, con un propósito específico y que, cuando salgamos de esta vida, tenemos un destino eterno junto a nuestro Creador, que nos ama, entonces damos un enorme valor a la vida. Tanto a la nuestra como a la ajena.
¿Entiendes ahora lo dañino que es vivir bajo la cosmovisión del evolucionismo? ¿Entiendes que el evolucionismo lleva a la sociedad a la depresión, la apatía, la auto destrucción y la destrucción caótica de la sociedad?
¿Cómo está la humanidad hoy día?
¿Qué cosmovisión es la que predomina en la sociedad?
Mira lo que dice la palabra de Dios sobre esta situación: “En los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita.” (2 Timoteo 3:1-5)
¿Cuánto crees que ha influenciado esa enseñanza en el comportamiento de los seres humanos de hoy día?
¿Ha sido casual esto?
Autodestrucción evolucionada
Ahora piensa en esto: ¿no te llama la atención que el sistema escolar impuesto por los gobiernos de todo el mundo occidental obliguen que se enseñe la teoría de la evolución en los colegios, aun sabiendo que es una teoría errónea y peligrosa para la salud mental de los individuos y dañina para la convivencia de la sociedad?
¿Se te ocurre qué tiene que ver este tipo de enseñanza con la escolarización obligatoria y con que a los gobiernos no les guste que se enseñe a los niños en casa?
En muchos países hay incluso penas de cárcel para los padres que no envían sus hijos a la escuela durante un cierto tiempo.
Adoptar este tipo de ideología dogmática, aun a sabiendas de que es errónea y dañina, es como una autodestrucción “evolucionada”. Es decir, se ha llevado a la sociedad a evolucionar hacia la autodestrucción por medio de una ideología diabólica, que le quita al ser humano el propósito para existir y le hace perder todo respeto por la vida propia y ajena.
En el próximo vídeo hablaremos de qué hay por detrás de esta teoría de la evolución. No te lo pierdas y compártelo con la mayor cantidad de gente que puedas, a fin de abrirles los ojos a esta terrible realidad.
Por ahora, quédate con este versículo, ya que prestarás cuentas sobre qué hiciste con lo que conoces.
“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6)
Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos, es estudiar con ellos lo que les inculcan en la escuela y contrarrestarlo con la verdad, allí donde detectemos ideologías dañinas para ellos.
El adoctrinamiento por medio de la escolarización obligatoria es muy antiguo y por ello los jesuitas siempre han controlado ese espacio.
Pero, si tú estudias con tu hijo y le enseñas a poner en los exámenes lo que le obligan a poner, pero por otro lado a pensar por sí mismo y buscar la verdad, estarás defendiendo a tu hijo de cualquier tipo de ideología destructiva. Donde hay luz, las tinieblas se disipan.
La Biblia manda discernir los espíritus. En este caso, como se ha podido ver, cada una de esas dos cosmovisiones nos encamina en una dirección. Una lleva al caos y a la muerte, mientras que la otra nos lleva al orden y a la vida.
No te pierdas el próximo vídeo, donde contaremos el origen y contexto de esa enseñanza de la teoría de la evolución.
Mientras, acuérdate que en Jesús están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la inteligencia.