Los años más difíciles de la humanidad
Una vez, contestaba Jesús a sus discípulos a tres preguntas que le hicieron. Les habló del final de todas las cosas hasta Su vuelta a la Tierra. También les advirtió que antes vendría un tiempo de mucho sufrimiento. Era un sufrimiento cual nunca antes había habido ni lo volvería a haber.
Ese tiempo se conoce como la Gran Tribulación y, si seguimos el símil que usó el Señor Jesús con un parto, podríamos definir ese tiempo como los “dolores de parto”. En el ámbito judío y a raíz de la profecía de Jeremías, se le conoce como la “angustia de Jacob”.
Otro término es el cumplimiento de la “septuagésima semana de Daniel”, profetizada en el capítulo 9:24. Podríamos decir que ese versículo desvela la Gran Tribulación.
Propósito de los dolores de parto
Dice el profeta Daniel: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.”
Cada vez que una sociedad colma la medida que Dios ha decidido tolerar para que se arrepienta, si no lo hace, Dios derrama juicio.
Pero, esta vez estamos hablando de que la maldad ha permeado en TODA la Tierra. Dios está a punto de cerrar la etapa de “principio de dolores”, de la que hablamos en el vídeo anterior, pasando a la Gran Tribulación, o “dolores de parto”.
Por lo tanto, vemos que la Gran Tribulación culmina con el cumplimiento de la obra del Mesías, que consiste en:
- Terminar la prevaricación
- Poner fin al pecado
- Expiar la iniquidad
- Traer justicia perdurable
- Sellar la visión y la profecía y
- Ungir al Santo de los Santos, que es Jesucristo
Al final de esos siete años de cumplimiento de la septuagésima semana de Daniel, el Señor Jesús viene físicamente a la Tierra, todo ser humano lo ve. Varios profetas dieron detalle de ese momento en los siguientes textos: Joel 2, Zacarías 14, 2 Pedro 3, Apocalipsis 19, etc. A partir de ahí nace algo maravilloso, de lo cual hablaremos en el vídeo de ese tema.
El problema para muchos es que, antes de ese día en el que el Señor Jesús viene, habrá mucho sufrimiento por el derramar de la ira de Dios que está sobre los que no creyeron en Jesús, rechazando la redención. Esto se puede leer en Juan 3:18 y 36, por ejemplo.
¿Cuando será el inicio de esos dolores de parto?
Cuando Jesús habló de este tiempo, dijo que se fijaran en el profeta Daniel. Ahí está la clave para entender el tiempo de la Gran Tribulación.
En Daniel 8:23 leemos: “cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas.”
Acordémonos de que, en el anterior vídeo, vimos que el principio de dolores ya muestra una gran maldad desarrollándose y que todo se está configurando para que el inicuo, también conocido como anticristo, se manifieste.
Como vimos en otros trabajos, éste solo puede hacerlo cuando Cristo, el Cordero Redentor, empiece a abrir los sellos ante el Padre, el Espíritu Santo, la Iglesia y la corte celestial.
La Biblia nos dice que Dios quiere que todo hombre se arrepienta y sea salvo. Por esa razón está siendo paciente. Pero estamos en un punto en el que la maldad, como dijo Daniel, está llegando al colmo de la medida que Dios va a tolerar.
Cuando eso ocurra, la Iglesia es llevada de la Tierra y Dios empieza a derramar Su ira, dando paso a esos dolores de parto tan terribles. Esa ira empieza a manifestarse por permitir un gobierno tiránico sobre la humanidad.
Los 21 juicios de la ira de Dios
Muchos intentan imponer la idea de que la ira de Dios solo se derrama durante la segunda mitad de la Gran Tribulación. Pero eso no tiene fundamento Bíblico. Esa visión se debe al gran error del “iglesiocentrismo”, que consiste en ver todo por las gafas de la “Iglesia en el centro”.
Esto es erróneo porque, según la Biblia, Jesús, el único Redentor, es por quien y para quien fueron creadas todas las cosas. Por lo tanto, el calendario de los acontecimientos está dirigido por Él y gira en torno a Él. La Iglesia es sólo uno de los colectivos implicados en el contexto.
Si leemos Apocalipsis, veremos que desde el capítulo 6 hasta el 19 se nos describe cómo será la Gran Tribulación o “dolores de parto”.
Hay que tener en mente que el anticristo no está al mismo nivel que Cristo. Es un ser humano, creado por Dios, que poseído por satanás, intenta llevar a cuanta gente pueda a la condenación eterna. Pero, tanto ese hombre como satanás, son creados y no tienen el mismo rango que el Creador, que es Jesus Emanuel. Recordemos que ese nombre significa “Salvador, Dios con nosotros”.
Por lo tanto, la manifestación del anticristo solo es uno de los 21 juicios del Cordero, que manifiesta Su ira a una humanidad que ha rechazado la redención y abrazado la injusticia y la mentira.
Recordemos este versículo: “por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.” (2 Tesalonicenses 2:10-12)
La palabra original para “recibieron” en este texto significa también aceptar. O sea, no aceptaron el amor a la verdad.
Apocalipsis describe siete sellos, siete trompetas y siete copas, además de tres “ayes”. Todos estos juicios son manifestación de la ira de Dios.
En el caso concreto del anticristo, su gobierno tiránico solo es uno más de esos juicios que Dios derrama, permitiendo al ser humano experimentar qué supone elegir a un hombre soberbio y cruel como gobernante, en vez de al Redentor, que es la expresión máxima del amor de Dios.
Descortinando el horror
No se puede hacer un estudio a fondo de cada juicio en un espacio tan reducido, pero echemos un vistazo por encima a lo que espera a la humanidad que no ha creído a Cristo.
El primer sello que es abierto por el Cordero, permite que se manifieste un gobierno tiránico y cruel, que Daniel describe como una bestia terrible. La ilustración es que tiene dientes grandes de hierro; que devora y desmenuza todo y con sus pies holla las sobras. A día de hoy, mientras estamos en el “principio de dolores” ya podemos ver la crueldad de ese gobierno que ya opera en la Tierra, puesto que su configuración ya está muy avanzada.
Junto a la manifestación de ese gobierno, se desatan tres otras situaciones, a cual más terrible.
Guerras y violencia generalizadas
Cuando se habla de guerra, hay que tener en cuenta que no solo se habla de guerra con armas como bombas, cañones y balas, sino también guerra económica, biológica, psicológica, psicotrónica, política, armas letales, no letales y de destrucción masiva, etc.
La violencia también se dará debido al terrible estado psicológico de la humanidad. Muchos se volverán violentos y atacarán a otros hasta por los motivos menos relevantes. De hecho, ya lo estamos viendo. Otros serán inducidos a la violencia por medios no naturales ni psicológicos. Hoy día se puede controlar el estado de ánimo humano hasta por medio de elementos químicos esparcidos por el aire o en los alimentos.
Debido a la escasez de alimentos y agua, muchos matarán por un pedazo de pan, por falta de combustible o cualquier otro recurso.
Hace poco hemos visto cómo, personas que parecían nuestros amigos y parecían ser amables, se volvieron agresivas contra quienes pensaban distinto que ellos o no se sometían a la propaganda oficial. Sin base científica alguna, pasaron a percibir a sus amigos y familiares como amenaza para sus vidas.
Todos hemos visto alguna vez una de esas películas que hablan de una invasión extraterrestre, con seres microscópicos que penetran en el cuerpo humano y se vuelven una amenaza. Por miedo y auto defensa, personas que antes fueron pacíficas, pasan a matar a sus semejantes porque están convencidas que son un humano poseído por un extraterrestre.
Los detonantes para la violencia son muchísimos y la humanidad ha estado siendo preparada para ello por muchos años. El mundo está altamente estresado y los agentes mediáticos del sistema se encargan de fomentar más estrés constantemente.
Jesús dijo que esos días serían como los días de Noé. Si nos fijamos en los días de Noé, veremos que la palabra “violencia” es una constante en el relato.
Hambre y sed
La biblia dice que un kilo de harina llegará a costar el sueldo de una persona de un día. No hace falta mucha imaginación para ver el panorama, puesto que en estos días de “principio de dolores” ya estamos viendo cómo se está destruyendo toda la estructura existente de producción primaria, distribución y fiabilidad en los supuestos alimentos.
Igualmente estamos viendo que, en aras de convencer al mundo de ciertas ideas, se están provocando las sequías, se destruyen presas de agua, se contaminan ríos, se impide a los agricultores hacer su trabajo, se provocan incendios, etc.
Mortandad infernal
El juicio descrito como el caballo bermejo, causará la muerte de un cuarto de la población humana existente en ese momento en la Tierra. La Biblia dice que esa mortandad ocurrirá por espada, hambre, mortandad y bestias salvajes.
Aquí en el apartado “bestias salvajes” hacemos un alto para explicar la palabra “dseríon” usada en este texto. Esta palabra se refiere a un animal peligroso, tal como una víbora, por ejemplo. Es el diminutivo de la palabra “dséra”, que define a un animal salvaje y también destrucción o trampa.
El mundo está viviendo el resultado de permitir que bestias les picaran con veneno de víbora salvaje, por medio de una trampa que está causando una mortandad nunca antes vista. Los que han llevado a cabo esto, ya han avisado que habrá más y están ávidos por volver a empezar.
En cuanto a la muerte por espada, te recomendamos ver nuestro material sobre el plan Kalergi, que ahonda sobre el asunto de los que usan la espada contra personas indefensas.
Los decapitados
Muchas personas oyen hoy día las buenas noticias de redención a disposición del ser humano, pero la rechazan. Cuando estén expuestos a esa crueldad, se acordarán de lo que oyeron y muchos se negarán a recibir la marca que se impondrá a la humanidad a fin de que adoren a la bestia anticristo. En ese momento habrá mucha gente que también oirá el Evangelio de boca de los dos testigos y de los ángeles y decidirá no dejar que le pongan la marca de la bestia.
Esas personas que se nieguen, serán decapitadas. Serán salvas del castigo eterno que aguarda a los que adoren a la bestia poniéndose la marca, pero perderán su vida de forma cruel, después de haber sido expuestas a una tensión y miedo inimaginables.
Nadie podrá esconderse de la ira
A partir de este punto, los juicios se van sucediendo a medida que el Cordero sigue abriendo los sellos, se tocan las trompetas y se derraman las copas.
Todo será tan asustador que dice Juan, que vio todo esto: “los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
El término “los capitanes” nos habla de personas del ámbito militar, acostumbradas a la guerra, a ver muerte y devastación. Los poderosos, por otro lado, suelen ser muy soberbios e insensibles porque están acostumbrados a doblegar la voluntad de muchos. Ambos tipos de personas, al igual que los siervos y demás personas, se esconderán porque sentirán terror y reconocerán que nadie puede sostenerse en pie ante la ira del Cordero.
No podemos hablar más específicamente, pero fijaos que habla de “siervos y libres”. ¿Habla de los que se sometieron a ese gobierno, permitiendo incluso que invadiera sus cuerpos y mentes y los que no?
El que crea que puede enfrentarse a esto y salir ileso, o es inconsciente o está loco.
Otros juicios
En los juicios restantes, vemos fuertes terremotos, truenos y relámpagos asustadores, granizo con sangre que devasta un tercio de la vegetación, es decir, incendios, meteoritos, explosión nuclear, el sol y la luna se oscurecen por un tercio del tiempo, etc.
Hagamos una parada para pensar un poco en todo esto haciendo algunas conjeturas con base a lo que ya conocemos ahora.
A día de hoy ya existen armas de pulso electrónico, capaces de provocar terremotos, maremotos, incendios y otras catástrofes que alteran el clima y devastan grandes extensiones.
En cuanto al oscurecimiento del sol y la luna, todos hemos oído cómo un individuo que está al frente de mucha devastación hoy día, dice tener un proyecto para tapar el sol. Eso ya es posible. Existen recursos para ello. Uno de esos recursos es el SRM, un programa de modificación de la radiación solar.
Todo esto se enmarca en el apartado de “geoingeniería”, que se está empleando bajo órdenes de políticos a servicio de poderes privados. Es un juego muy peligroso que está causando enormes devastaciones y cambios en el clima, cuyas repercusiones e interacciones se desconocen.
Acordémonos que, a día de hoy, ya vemos estas cosas pero aún estamos en el tiempo de “principio de dolores”. Esto nos permite ver que lo que se describe como “dolores de parto” está a camino, siendo totalmente real. Además, los que tienen el control de estas herramientas de devastación, son psicópatas que dicen claramente que pretenden eliminar, o sea asesinar, a la mayor parte de la humanidad, dejándola en 500 millones de personas. Es decir, que su plan es asesinar a siete mil quinientos millones de seres humanos.
Sobre lo nuclear no hace falta ahondar, puesto que hoy día ya vemos a mandatarios de países con potencia nuclear, desplegar su soberbia en una competición para ver quién marca más territorio, amenazando con usar un artefacto tan destructivo como las armas nucleares como si fuera una pistola de agua de niños.
Hay otra herramienta que sin duda jugará un gran papel en el oscurecimiento del sol y la luna y son los químicos que se esparcen día y noche por todo el planeta. Una de las cosas que al parecer producen, es el “metalizar” el aire y volverlo más propenso a incendiarse por los elementos químicos que se esparcen. Acordémonos que Pedro dice en 2 Pedro 2:7 que “los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.”
Otro tema a considerar en cuanto al sol y la luna, es que si dejan de alumbrar un tercio del día y de la noche, lo primero que ocurrirá es afectar el ciclo de siembra y cosecha. Además, afectará el clima, el consumo energético, la producción de energía a partir de paneles solares y otros recursos de obtención de energía que son llamados “ecológicos” o “energía verde”. Afectará el funcionamiento de sistemas naturales como el mar y los ríos, así como los vientos y otros aspectos meteorológicos, que lógicamente serán alterados, sin que podamos imaginarnos a qué niveles.
Todo ello incrementará el hambre, la falta de agua limpia y con ello traerá mucha más violencia por las disputas por esos recursos. Eso por no hablar de enfermedades y mortandad por pestes y otros problemas.
Seguramente la propiedad privada no significará nada más, y muchos matarán por conseguir cobijarse en una vivienda o utilizar un coche, si es que alguien dispondrá de combustible a esa altura de la situación, o será libre de moverse de su ciudad-prisión.
¿Te parece duro?
Muchos a estas alturas deben haber desistido de seguir leyendo o viendo el vídeo, pero esto es solo una parte.
Por no hacer este vídeo muy largo y demasiado difícil de digerir, vamos a parar por aquí y en el siguiente continuaremos describiendo, por encima, lo que ocurrirá en ese tiempo de “dolores de parto”.
Acordémonos de que el Señor Jesús dijo que sería un tiempo de “gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.”
CADA palabra de la Biblia debe ser tomada muy en cuenta. Cuando el Señor Jesús describe este tiempo como de GRAN tribulación, es porque será GRANDE de verdad.
En el siguiente vídeo ahondaremos en otras situaciones a tener en cuenta.
Un tiempo para meditar
Por ahora, te dejamos un tiempo para meditar sobre lo que has oído.
La Biblia enseña que todo esto vendrá sobre los que no han creído en Jesucristo, quien es el Redentor, que dio Su vida para pagar por los pecados que hemos cometido todos los seres humanos.
El pecado es la infracción de la Ley de Dios. La persona que rechaza el sacrificio expiatorio de Cristo, tiene sobre sí el delito de infracción de la Ley.
La Biblia dice que la persona que haga eso, será juzgada por sus obras, según la Ley de Dios, ya que no entró en el marco de la redención expiatoria.
Así pues, mientras el Señor no retire a Su Iglesia de la tierra, en lo que se conoce como ARREBATAMIENTO, todavía habrá tiempo para que una persona crea en Jesús.
Pero, en el momento en el que la Iglesia sea arrebatada, el Cordero abrirá los sellos y ahí se desatará la Gran Tribulación, empezando los “dolores de parto”.
No te pierdas el próximo vídeo porque, si bien este contenido sea durísimo, se trata de tu vida eterna y debes ser muy consciente de los peligros de exponerse a esos dolores. Para tomar una decisión tan transcendental, es importante que conozcas las opciones que tienes.
Estudia la Biblia urgentemente.