La Biblia nos manda probar los espíritus. «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.» (1 Juan 4:1)
Notemos que menciona a los falsos profetas y dice que son muchos los que han salido por el mundo.
El Señor Jesús también nos enseñó a reconocerlos: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
«Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
«Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos
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«Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
«Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
«Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.» (Mateo 7:15-23)
Veamos algunas ideas importantes:
- El Señor nos MANDA guardarnos de los falsos profetas. No es una opción, una sugerencia o una idea para que consideres si te resulta atractiva o no. ES UNA ORDEN DEL QUE PAGÓ CON SU VIDA POR TU SALVACIÓN.
- Una orden dada por Dios NO ADMITE DISCUSIÓN.
- Nos avisa que no parecerán ser falsos ministros, sino que vendrán VESTIDOS DE OVEJAS, a la vez que no deja lugar a duda de cómo son en realidad: lobos RAPACES. La Real Academia Española define «rapaz» como «Inclinado o dado al robo, hurto o rapiña.» ¿Se parece a lo que hacen los falsos ministros?
- Al inicio del capítulo nos MANDA JUZGAR con JUSTO JUICIO. En este tramo del texto nos dice cómo nos guardaremos y juzgaremos a los falsos profetas: debemos observar SUS FRUTOS. Es decir, qué ofrecen de su interior. Algunas definiciones de fruto:
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- Producto o resultado obtenido.
- Producción del ingenio o del trabajo humano.
- Producto del desarrollo del ovario de una flor después de la fecundación. En él quedan contenidas las semillas.
Este último aspecto es interesante, puesto que el fruto contiene la semilla que dará continuidad a la planta. Es decir, el fruto de la obra de un falso ministro lleva también la semilla para que su engaño se perpetúe. Esto es EXTREMAMENTE GRAVE.
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- Dice que los que dan malos frutos serán ENVIADOS A LA CONDENACIÓN ETERNA. Recomiendo leer 2 Pedro 2.
- El Señor sabe que esa gente utiliza Su nombre y hace señales y maravillas. Pero aun así los envía a condenación, diciendo que no los conoce y los llama HACEDORES DE MALDAD.
Muchos hoy día, aunque los tiempos sean muy peligrosos para dejar de congregarse en grupos afines a la fe, lo están haciendo porque ya no soportan la inmundicia que se ha infiltrado en muchos púlpitos. Enfatizo MUCHOS.
Se les ha permitido a esos depredadores invadir las congregaciones y saquear al pueblo de forma escandalosa. Luego se les ha expulsado, porque un verdadero hijo de Dios no soporta tanta basura por mucho tiempo. Se trata de incompatibilidad de espíritus.
Apliquemos lo que nos enseña el Señor Jesús y observemos la trayectoria de un ministro, profeta, apóstol, pastor, etc., preguntándonos:
si hacemos un extracto de lo que esa persona enseña,
¿NOS ACERCA A CRISTO O NOS APUNTA EN OTRA DIRECCIÓN?
Jesús nos MANDÓ ir y hacer discípulos. Pero no discípulos nuestros, sino SUYOS. «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.» (Mateo 28-19-20)
Fijémonos que dice que hagamos discípulos enseñándoles a guardar las cosas que ÉL nos mandó.
Pongamos en práctica esta herramienta. Os propongo que penséis en una persona cuya predicación conocéis desde hace tiempo. Ahora intentad extractar en una idea o palabra lo que enseña Ej.: Cristocéntrico, dinero, autoayuda, demonios, triunfalismo, etc.
Voy a tomarme la libertad de mencionar a un siervo de Dios a quien respeto y admiro mucho y que ya ha partido con el Señor: David Wilkerson. No tuve el privilegio de conocerlo personalmente, pero he leído y oído varias de sus predicaciones y enseñanzas.
Cuando pienso en David Wilkerson, lo que me viene a la mente es Cristo, arrepentimiento, oración, preocupación por la salvación de los demás, etc.
Lo que ese hombre enseñó me inspira a seguir a Cristo, a vigilar mi corazón y arrepentirme de mis pecados y a orar al Señor, buscando una mayor comunión con Él, a predicar el evangelio.
Ahora voy a hablar sobre lo que me inspiran las enseñanzas de una persona de Centro América, conocida internacionalmente. Prefiero no mencionar su nombre, aunque algunos lo reconoceréis. Cuando pienso en lo que enseña, me viene a la mente: demonios, principados, autoridad, poder, dominio, cobertura de hombres, auto exaltación, guerra, etc.
Es decir, uno me inspira a acercarme a Cristo y a predicar el Evangelio, mientras que el otro me llena la cabeza de fanfarronería sobre demonios y autoridad (autoritarismo) de hombres.
¿Entiendes cómo discernir qué E/espíritu actúa en un ministro?
Aplicando esto que nos enseñó el Señor Jesús no estarás juzgando a la persona, pero sí sabrás si debes seguir oyendo sus enseñanzas o no.
Acúerdate: «Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.» (Oseas 4:6)